dimecres, 23 de febrer del 2011

Performance sobre “La Eneida (I)” Libro I de Virgilio.



Performance “La Eneida-Oración”, de Virgilio.
Adaptación de Xisco Bernal.



(Como Vigilio, vestido blanco romana. Corona de laurel.Asertivo, aunque dulce.)
Canto las terribles armas de Marte y el varón que huyendo Libro I,1
de las riberas de Troya por el rigor del los hados,
pisó primero la Italia y las playas lavinias.

Largo tiempo anduvo errante por tierra y por mar,
arrastrado por el impulso de los dioses y el furor de la rencorosa Juno.

Mucho padeció en la guerra antes de edificar la Gran Ciudad
y llevar sus dioses al Lacio, de donde vienen el linaje latino
y las murallas de la orgullosa Roma.

Musa, recuérdame por qué causas, dime que numen
fue agraviado, cual fue la ofensa por la que la que Juno,
la reina de los dioses, impulsó a Eneas,
varón ilustre por su piedad a afrontar tantas desventuras.
¿Qué tan grandes iras caben en los pechos celestes?

(Como Eneas, vestido con armadura de guerra - oculta bajo el vestido romano - y yelmo troyano.)
«¡Oh tres y cuatro veces venturosos aquellos que tuvieron la suerte I,94.
de morir a la vista de sus padres bajo las altas murallas de Troya!
Más me hubiera valido a mí sucumbir en aquellos campos
y entregar mi alma a golpe de diestra, allí donde Héctor
yace traspasado por la lanza de Aquiles;

¡Allí donde el violento Simunte arrastra bajo sus ondas
tantos escudos arrebatados y tantos yelmos
y tantos cuerpos de guerrerros troyanos!
¿No hubiera sido mejor allí..., haber sucumbido con ellos?»

Esto meditaba Eneas cuando dijo:
«¡Oh compañeros! ¡Oh vosotros que habéis I,199
arrostrado conmigo tan grandes trabajos!
Un dios pondrá término también a los que ahora pasamos.

Habéis sufrido la rabia del mar de Escila,
de sus resonantes y profundos escollos.
Habéis probado también la roca de los Cíclopes.
¡Recobrad el ánimo y deponed el triste miedo!
¡Algun día no lejano nos será grato recordar estas penas!

Corriendo diversa suerte, atravesando los mayores peligros
nos encaminamos al Lacio, donde los hados nos prometen
sosegado asiento. Allí resucitará Troya.
¡Armaos de valor y conservaos para la fortuna!»

Aunque oprimido por estas grandes preocupaciones,
simula Eneas en su rostro la esperanza
y encierra en su pecho un profundo dolor.

dimecres, 16 de febrer del 2011

Las "Metamorfosis" de Ovidio (1) Libro XV, 1.


Las "Metamorfosis" de Ovidio (adaptación para la performance de Xisco Bernal (6)) Libro XV, 1.

Mientras tanto la pregunta es : ¿quién será capaz de soportar
el peso de tamaña carga y suceder a tan gran rey?(5)

La Fama, profético escudero de la verdad, designa para el mando
al ilustre Numa; no le basta a éste conocer los usos del pueblo
sabino; cosas más grandes concibe en su vasto espíritu
y trata de averiguar cual es la naturaleza de las cosas.

Su pasión por esta tarea le hizo abandonar su patria
de Cures y llegar a la ciudad del anfitrión de Hércules.
Y al preguntar quién había sido el fundador que colocó
murallas griegas en las tierras de Italia, uno de los viejos
del lugar, buen conocedor del pasado, le respondió así:

«Cuentan que el hijo de Júpiter, de vuelta del Océano
y enriquecido con bueyes iberos, llegó tras feliz viaje
a las playas latinas; y mientras el ganado vagaba
por la tierna hierba, entró él en la mansión y techo hospitalario
del gran Crotón; allí encontraron reposo sus grandes fatigas.
Al partir de nuevo dijo. “Con el tiempo aquí habrá una ciudad,
que será la ciudad de tus nietos”; y sus promesas se cumplieron.

En efecto hubo un tal Míscelo, hijo del argólico(6) Alemon,
por aquel entonces el hombre más querido por los dioses.

Estando Míscelo bajo los efectos de un pesado sueño, el portador
de la clava ( el del oráculode Delfos) se inclina sobre él y le habla así:
“Vamos, busca las pedregosas aguas del remoto Ésar. ¡Ea, abandona tu patria!”
Y le amenaza con muchos y penosos castigos si no obedece.
Tras esto se alejan sueño y dios a la vez.

Se levanta el hijo de Alemon y en silencio repasa mentalmente
lo que acaba de ver. Debate largamente consigo mismo qué hacer.
¡Un dios le ordena partir pero se lo prohíben las leyes!
Y la muerte es la pena impuesta a los que intentan mudar de patria.

El sol resplandeciente había ocultado en el Océano su radiante
cabellera y la Noche oscura levantaba la suya de entre las estrellas.
De nuevo se le apareció el mismo dios con idénticas órdenes
y amenzando con más y peores catigos si no obedecía.

Asustado se disponía a trasladar consigo a su nuevo hogar
los penates paternos pero corre el rumor por la ciudad
y es detenido y se le procesa por desacato a las leyes.

Concluida la primera parte del juicio y manifiesta su culpa
probada sin necesidad de  testigos, el reo, desaliñado y alzando
a los dioses sus brazos y su mirada dice: “Tú, a quien tus doce trabajos
dieron derecho al cielo, socórreme, Hércules, te lo suplico;
pues tu fuiste el inductor de mi delito.”

«Era costumbre muy antigua usar piedrecitas blancas y negras.(4)
Negras para condenar y blancas para absolver a los reos de su carga.
Una sentencia funesta se dictó pues todos los guijarros
depositados en la urna fueron negros.
Sin embargo, cuando fueron volcadas las piedrecitas
para su recuento todas mudaron del color negro al blanco.

Gracias al poder de Hércules(3) se absolvió al hijo de Alemón
quien con viento favorable surca el mar Jónico y deja atrás
la lacedemonia Tarento, Sibaris, la salentina Nereto,
el golfo de Turia, Nemesia y los campos de Iápige,
y apenas recorrida la tierra que mira a la costa,
encuentra el estuario del río Ésar(2), su destino, y no lejos
de allí el túmulo bajo el cual la tierra cubría los agrados huesos de Crotón. (1)

En aquel paraje fundó, como se le ordenara, sus murallas
y puso a la ciudad el nombre del allí enterrado.»

Tales fueron, según consta por segura tradición, los orígenes
de este paraje y esta ciudad, Crotona, situada en territorio de Italia.




Notas:
(1) “Ovidio utliliza el viaje de Numa a Crotona y el aiton de la fundación de la ciudad para relatarnos una metamorfosis.” (2,751).
(2) Río al sur de Crotona.
(3) Aquí Hércules ya es un dios e incluso subsituye al oráculo de Delfos.(2,752)
(4) “Está claro que Ovidio piensa en el sistema de votación de los procesos atenienses. (2,754).
(5) Se refiere a la sucesión de Rómulo, fundador y primer rey de Roma.
(6) Desafiando al mismo Ovidio quien dijo que sus narraciones no eran para ser contadas - para el teatro -  sino para ser leídas.
Bibliografía.-
-1.- Ovidio, Metamorfosis, traducció d'Antonio Ramírez de Verger i Fernando Navarro Antolín, Alianza Editorial, 1995, Madrid. (821 OVI met, biblio de Burjassot).
-2.- Ovidio, Metamorfosis, Edició de Consuelo Álvarez y Rosa Mª Iglesias, Cátedra, 1999, Madrid. (821 OVI met, biblio de Burjassot).